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En ocasiones tenemos comportamientos hacia los gatos que a estos no les gusta y no lo sabemos. También debemos tomar en cuenta que no todos los gatos obedecen de la misma manera a estos estímulos.
Olores fuertes: aunque el olfato del gato no es tan fuerte
como el del perro si es superior al del humano, lo que hace que olores que nos
agradan a ellos les resulten insoportables. Un ejemplo de un olor que nos
agradan pero a ellos no, es el cítrico
(limón naranja, mandarina, etc.)
de allí que en el mercado existan productos hechos con olores cítricos
para evitar que arañen los muebles.
Por lo tanto no exponga a su gato a olores como el ajo,
cebolla, vinagre, aliños, picante, pimienta,
productos de limpieza o ambientadores con olores cítricos, pino, eucalipto, entre otros es importante para mantener
tranquilos a nuestros mininos.
Otra cosa que no les gusta a los gatos es el arenero sucio
esto también se debe al mal olor que se acumula en ellos, además de que los
gatos son limpios por naturaleza, por lo
que todo lo que tiene que ver con sus alimentos y el agua deben oler bien, lo
que hace indispensable lavar bien los utensilios que usa el gato sin usar nada
que pueda dejar residuos de olor o cambiar el sabor de las cosas
Otros olores que podría ponerlo nervioso son los de las visitas
a casa, nueva mascota, muebles nuevos, en fin algo que intervenga en su
ambiente. Esta es una razón la que a los gatos no le gustan los cambios. El
gato está tranquilo en un territorio sonde ya conoce a las personas, plantas,
animales y objetos que lo rodean, introducir nuevos olores podría alertarlo de
un supuesto peligro, que hay un invasor en casa. En cuanto a los objetos deje que el gato los
olfatee, quizás quiera marcarlo con sus
bigotes y así se quede tranquilo, en cuanto a las personas mejor si no son muy
ruidosas y no intentan agarrarlos sin su consentimiento y con respecto a la nueva mascota requerirá de una presentación
adecuada.
Ponerle cremas o perfume: además de molestar al gato por el
olor este lo puede tragar al acicalarse y comprometer su salud.
Sonidos fuertes: los
gritos, música a todo volumen, trabajos de construcción, collares con cascabel,
sirenas, aspiradoras, secadores de cabello, tormentas, etc. Ocasionan estrés, ansiedad y miedo, por lo
que gritarle al cuando se porta mal no
es una solución. Si en su casa hay
niños que hacen mucho ruido, tal vez, usted no debería adoptar un gato, aunque
hay gatos que se adaptan bien a los niños,
esto me lleva al siguiente punto.
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Los gatos tienen zonas en las que no les gusta ser
acariciados, como la pancita, las patas y la cola. Hay zonas como la cabeza,
detrás de las orejas, la barbilla, el lomo con la que disfrutan mucho. Acaricia
a tu gato y descubre que le gusta.
Halarle la cola además de desagradarle le puede ocasionar
problemas serios de salud.
Cargar al gato panza arriba: si abrazas a tu gato e intentas
ponerlo panza arriba y vez que se
resiste mejor déjalo ir. Hay gatos que disfrutan de ser cargados como bebes
pero esto depende del carácter de éste.
Dejarlo en completa oscuridad le ocasiona depresión y
sensación de abandono, es buena idea dejar las cortinas abiertas para que lleve
sol y vea el mundo exterior y una luz encendida por si vas a llegar tarde en la
noche.
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Vestir a tu gato o ponerle accesorios, que impidan su
movilidad y que pueda acicalarse, ocasiona estrés, mal humor y probablemente
problemas de piel. Si no es necesario no
vista a su gato, aunque se vea bello, a su gato no le hace ninguna gracia.
A los gatos no les gusta ser ABANDONADOS, un gato de casa no
sobrevive más de un mes fuera de ella. Si por alguna razón usted no puede
seguir manteniendo a su gato regálelo a alguien que lo pueda cuidar o llévelo a
un refugio allí nadie lo va a juzgar a usted, sin embargo si lo abandona estará cometiendo un acto repudiable y se
somete al escarnio público, sin contar que en algunos países se considera un
delito.